111 Casilla Peones Camineros Elche

Año: 2015
Localización: Elche, Alicante
Tipo: oficinas
Tamaño: S
Presupuesto: 180000
Superficie: 180m2

Equipo:

Javier Yáñez (Arqutiecto), Rafael Perez (Arquitecto), Aitor Arenaza (Aparejador), Isaac Torregrosa ( (Quetzal Ingenieros))

 

A principios del siglo XX bajo el reinado de Alfonso XIII se dio en España un gran impulso a las obras públicas especialmente a la construcción de carreteras; junto al trazado y construcción de nuevos tramos, se tomaron algunas medidas para su mantenimiento y vigilancia.
En 1852, una circular de la Dirección General dispondrá que se proceda a la construcción, ubicación y diseño de las primeras casillas de peones camineros, y será definitivamente en 1867 cuando aparezca el nuevo reglamento que regulará la figura de este trabajador, “que debía encargarse de mantener en buen uso los caminos del tramo que se le encomendaba todos los días del año desde la salida a la puesta de sol, y denunciar a aquellos transeúntes que causaran daños en las carreteras”. Los peones además de reparadores y mantenedores, eran una especie de policía de tráfico. En 1909, por una real orden se modifica el reglamento y se crea la figura del peón capataz y de las cuadrillas de peones, que serán supervisadas por un ingeniero jefe. Ya por último, en 1914 se vuelve a modificar el reglamento y se regula la profesión.

Las casillas que todavía vemos en nuestras carreteras eran muy similares entre sí, siguiendo un mismo modelo, muchas son verdaderamente artísticas, plasmando la arquitectura rural del siglo XIX. De planta rectangular y tejado a dos aguas, con dos chimeneas. Al acceder a ellas aparece primero un sencillo salón comedor con un hogar y dos pequeñas alacenas.
A continuación unos dormitorios que podrán variar entre dos y cuatro. Contaban con un patio interior con leñero retrete, cuadras y corrales. También tenían un aljibe de agua de lluvia y un horno de pan cocer. Para poder subsistir del escaso sueldo se mantenía una pequeña huerta y se solían criar animales (en un principio estaban prohibidos los conejos, pero no las gallinas, cerdos y borricos). La otra mitad de la casilla era ocupada por el almacén de materiales y las herramientas de trabajo, así como de una pequeña oficinilla.

El peón era responsable del cuidado y mantenimiento de la casilla, debiendo reponer los cristales de las ventanas y los pequeños herrajes. Estaba obligado a blanquear sus paredes interiores y salvo contadas ocasiones, nunca podía abandonar su casilla sin causa justificada. A ambos lados del edificio, sobre la pared aparecían las distancias kilométricas a la ciudad o pueblo más cercano y a la capital de provincia o de la nación. Con la mejora de la vida, las casillas comenzaron a abandonarse en los años 60 del pasado siglo para convertirse en almacenes de materiales. Los peones se marcharon a vivir a los pueblos cercanos.

La casilla sobre la que se realiza el presente proyecto y obra es una de las que aún continúan en servicio, si bien no como vivienda ya desde hace lustros, si como dependencias de la Brigada de VVOO de Elche, dependiente de la Diputación de Alicante.

El estado de la Casilla es muy deteriorado. Humedades, pavimentos rotos, humedades, revestimientos desconchados, azulejos caídos, desconchados, redes de instalaciones interiores en mal funcionamiento,... en definitiva, un estado muy deficiente rozando incluso lo insalubre, presentando unas condiciones muy mejorables para los empleados que desempeñan allí sus labores a diario.

El cometido principal de la intervención en el edificio es recuperar la antigua casilla de peones camineros, tanto en su uso actual (dependencias Brigada) como en su muy deteriorado aspecto exterior.

Para ello la primera decisión que toma el proyecto es recuperar la icónica imagen de Casilla de Peones Camineros, la cual se ha visto muy vilipendiada a lo largo de los años mediante diferentes actuaciones sobre su fachada como especialmente a través de la aparición de multitud de elementos añadidos los cuales han pervertido su carácter inicial e icónico. Al respecto se decide eliminar todas aquellas construcciones que han ocultado el volumen primigenio de la edificación histórica como muros, acopios de materiales, vigas y especialmente la prolija construcción de chamizos metálicos en su perimetro.

En segundo lugar se pretende recuperar las condiciones de salubridad y acondicionamiento requeridas a dia de hoy. Para ello se plantea una puesta al día tanto de suelos, como pavimentos, paredes, revestimientos, techos, fachadas y cubiertas (todos ellos muy deteriorados) así como una completa renovación de las instalaciones del edificio.

 
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